Introducción
Primavera de 1937. La República se enfrentaba a una situación delicada:
- La situación política en Cataluña que dio lugar al enfrentamiento armado entre sectores comunistas y anarquistas de la CTN y el POUM, que origina la dimisión, ya muy presionado, de Largo Caballero al frente el gobierno y el nombramiento del que sería el último presidente del consejo de ministros de la República, el Doctor Negrín.
- La crítica situación en el frente del Norte después del reciente bombardeo de Guernica para minar la resistencia de Bilbao, que estaba siendo agobiada por las tropas franquistas.
En esos momentos el ministro de Defensa Nacional era Indalecio Prieto, hombre que por esa fechas aún conservaba cierto afán de victoria combinado con fases de absoluto pesimismo pero que cada vez iría a peor hasta conformar una personalidad derrotista, de tal punto que Negrín tuvo que hacerle dimitir de su puesto (él no ocultó su visión desde el primer momento, ya que en el primer consejo de ministros de Negrín dejó patente su falta de fe en la victoria, hasta tal punto de negarse a dirigir la palabra al pueblo por la radio ya que consideraba que difícilmente podría transmitir positivismo cuando él mismo no lo sentía).
Una pena que a este político no le diesen en su partido, PSOE, siquiera la oportunidad de configurar gobierno. Se lo impidió el sectarismo de Largo Caballero y acólitos, y nos quedamos sin saber qué hubiese ocurrido de haberlo logrado. Posiblemente la Historia de España hubiera sido distinta.
Prieto, como responsable de la cartera de Defensa en ese momento planifica esta operación en coordinación con el general Miaja. De esta manera Miaja, por medio de su Jefe de Estado Mayor, general Matallana, redacta unas directivas en las que se comunica que los diversos Ejércitos efectuarán acciones locales, siendo el Ejército del Centro el que «se apoderará de Segovia por sorpresa y mediante una acción enérgica».
Habrá por tanto una doble finalidad en el operativo:
- Aligerar la presión sobre las fuerzas propias en el frente del Norte.
- Incrementar la credibilidad de la República con una operación que elevase la moral y tuviese repercusión internacional. La toma de Segovia abriría las puertas de la llanura castellana a la República, además de anotarse una importante victoria de repercusión internacional, que tan necesitada de ella se encontraba.
Desde las alturas de Navacerrada, en poder de la República, se dominaba tentadoramente La Granja y el Valle del Eresma, sin importantes obstáculos naturales para llegar a Segovia. Además, los pinares de la zona favorecían la concentración de tropas, permitiendo el acercamiento sin ser vistos. Segovia era un importante nudo de comunicaciones y punto estratégico desde el que se podía amenazar Castilla la Vieja y por ello La Granja tenía importancia simbólica.

Esta favorable situación táctica hizo que el gobierno de Valencia se animara a planificar el ataque, detrás del cual estaría como tantas otras ocasiones el Coronel Vicente Rojo, uno de los mejores militares y estrategas del Ejército Español, cerebro de las fuerzas republicanas.
El objetivo de Segovia se veía como un logro sin grandes dificultades, donde no sería necesaria la inversión de gran cantidad de unidades y el premio, de conseguirlo, era muy atractivo.
Primeras incidencias iniciales
Se insistió mucho en las directivas, más concretamente en la segunda de fecha 27 de mayo de 1937 por el general Matallana, en el factor sorpresa, decisión y audacia de la acción, ya que de lo contrario se originaría una acción de desgaste muy contraria al objetivo.
Bueno, pues como ya había ocurrido anteriormente la sorpresa falló desde el primer momento. Difícilmente puede hablarse de sorpresa cuando desde observatorios nacionales como el Alto del León se veía un continuo fluir de camiones, máxime cuando iban además con las luces encendidas en plena noche. Extraña forma de pasar inadvertidos.
También se refleja en el «diario de operaciones» del general Varela que era de su conocimiento lo que se estaba fraguando, pues había interceptado las órdenes firmadas del 25 de mayo por Indalecio Prieto en Valencia. No solo estaba al corriente de las operaciones, además manejaba datos e informes del Ejército Republicano sobre misiones, objetivos y medios. Estaba claro que Franco manejaba un buen servicio de espionaje en el campo enemigo, con gente muy próxima al alto mando republicano.
La dirección del ataque
La ofensiva republicana del 30 de mayo de 1937 comenzó simultáneamente en cuatro direcciones:
- Desde el Puerto del Reventón, bajando por entre el Arroyo del Chorro Grande y el Arroyo Morete, hasta entrar en los jardines del Palacio de la Granja.
- Por la carretera de Madrid a Segovia sería el ataque principal, bien apoyado por tanques T26b, llegaría hasta las inmediaciones de Valsaín.
- Dirección al collado conocido como la Cruz de la Gallega.
- Por el Valle de la Acebeda, dirección Revenga, hasta Cabeza Grande y Cabeza Gato.
Posiciones iniciales
Posiciones nacionales (de este a oeste):
Fuente del Infante (frente al Puerto del Reventón), Poyo Judío (delante de los jardines del Palacio de la Granja), exteriores próximos al Palacio de la Granja (los jardines son tierra de nadie), Cerro del Puerco, Afueras de Valsaín y pradera de Navalhorno, La Cruz de la Gallega, Cabeza Grande y desde el embalse de Revenga hasta la carretera.
Republicanas (de este a oeste):
Puerto de El Reventón, Puerto del Nevero a pico Peñalara, posiciones avanzadas en la Silla del Rey, Cueva del Monje, Cuatro Caminos, La Camorquilla y La Camorca, Montón de Trigo, Peña del Águila y Alto de la Peñota.
Unidades que ocupaban inicialmente dichas posiciones:
Por parte republicana:
Cuerpo de Ejército: 1ª, 2ª y 3ª Divisiones, al mando del Coronel Moriones. Defendían desde el límite de Madrid-Guadalajara hasta Los Molinos.
La más importante para el tema que nos ocupa es la 2ª División al mando del Teniente Coronel Barceló, compuesta por las Brigadas:
XXIX Brigada al mando del Teniente Coronel Manuel Alonso.
XXX Brigada al mando del Mayor de Milicias Manuel Tagüeña.
XXXI Brigada al mando del mayor de Milicias Del Cacho.
En total unos 12.786 hombres, 27 morteros y 25 piezas de artillería distribuidas en tres agrupaciones:
- 11 piezas en la Peña del Cuervo, a la izquierda del dispositivo
- 5 piezas en la Peña Citores, a donde se llegaba desde Cotos a través de la hoy llamada «Senda del Batallón Alpino», en el centro
- 9 piezas en el puerto del Reventón, a la derecha del despliegue, que batían La Granja y Valsaín, a cerca de 950 metros de desnivel sobre el Real Sitio de San Ildefonso.
Por parte nacional:
La 75ª División (antigua División Ávila) al mando del general José Varela cubría desde el Puerto de Malagosto en Rascafría (ahí limitaba con la División Soria del general Mola) hasta Navalagamella al Sur (donde volvía a limitar con la 71ª División de Iruretagoyena).
Tenía dos Brigadas, y era la 1ª la que nos interesa ya que cubría los sectores de La Granja y Alto del león, contando con casi 10.000 hombres, distribuídos de la siguiente manera: 6.132 en el Sector Alto del León, 2.236 en La Granja y 1.230 de diversa localización. Había 27 piezas artilleras en el sector primero y 12 en La Granja. La 2ª Brigada estaba mandada por el Coronel Valenzuela.
Es interesante tener una visión de la distribución de fuerzas en el sector de La Granja:
Cabeza Grande: 143 hombres en su posición más elevada y 173 en la parte baja; Cruz de la Gallega: 246; Valsaín: 318; Pradera de Navalhorno y Cerro del Puerco: 597; La Granja: 731 (contando con los refuerzos del 75 Batallón de La Victoria); La Atalaya: 26; Torrecaballeros: 31 artilleros; La Mata de Pirón: 306 soldados de caballería; Otero de Herreros: 806 soldados de La Victoria; Valsaín: 1 batería de 75mm y 1 de 105mm; en la Pradera de Navalhorno 2 antitanques de 75mm y otros dos en La Granja.
La procedencia de las fuerzas sería:
- Cruz de la Gallega: Dos compañías de fusiles y una sección de ametralladoras del Batallón Arapiles
- Matabueyes: Una centuria de Falange y una sección de ametralladoras además de una batería de 75mm y una de 105mm.
- Cabeza Grande: Una compañía de Transmisiones y dos baterías del Regimiento 13º Ligero de Segovia.
- Cementerio de Valsaín: Una compañía de fusiles y una sección de ametralladoras del Batallón Arapiles.
- Valsaín-Pradera Navalhorno: Dos centurias de Falange, Dos compañías de Requetés, una compañía del 10º Batallón de La Victoria y una sección de ametralladoras.
- Cerro del Puerco: Una centuria de Falange y una compañía del 10º Batallón de La Victoria.
- La Granja: 1 cía del 10º Bon de la Victoria y 60 voluntarios paisanos del pueblo.
En las vísperas del ataque republicano llegan como refuerzos a la zona nacional el 72º Batallón de San Quintín en Revenga y el 75º Batallón de La Victoria pasa como reserva a La Granja.
Remarco que cuando se produce la ofensiva republicana calculo, recopilando los datos, que no habría en la zona de ataque más allá de 4000 a 4500 soldados nacionales.

Fuerzas empeñadas en la Ofensiva
Según las instrucciones recibidas en el Orden General de Operaciones a las 12:30h del día 29 de mayo de 1937 en la 31ª Brigada Mixta:
Sobre La Granja :
XXXI Brigada: Mayor Del Cacho + apoyo del Batallón Alpino.
XIV Brigada Internacional (La Marsellesa), de la 35ª División: Teniente coronel Dumont.
Esta brigada se componía de cuatro batallones:
1º Batallón Comuna de París: franceses y belgas, principalmente.
2º Batallón Domingo Germinal: mayoría de franceses, belgas, checos, alemanes, búlgaros y escandinavos.
3ºr Batallón Ralph Fox: franceses e ingleses.
4º Batallón Henry Barbuse: solo franceses.
Se hacía acompañar de una compañía de Estado Mayor, una compañía de Transmisiones, un escuadrón de caballería, una batería artillera, servicios sanitarios, una compañía de zapadores y una compñaía llamada de «Pioneros» (en realidad deshechos de otras unidades, presos y rufianes, que ocasionaron mil disgustos a los mandos, teniendo que actuar enérgicamente contra muchos de sus miembros).
LXIX Brigada: Teniente coronel García Durán (ex compositor musical de afiliación comunista).
Una compañía de carros rusos T-26b (entre 10 y 12).
La XXXI Brigada atacaría La Granja por el Norte-Noreste con el Batallón Alpino a su flanco derecho.
Por la izquierda, la 35ª División, partiendo de sus bases: Silla del Rey, Cueva del Monje, los Cuatro Caminos, El Berrueco y El Bardal, ocuparía las posiciones franquistas de Valsaín (Valsaín, Pradera de Navalhorno, Cruz de la Gallega, Matabueyes, Cabeza Grande y Cerro del Puerco), atacando La Granja por el Sudeste.
la artillería daría cobertura a la XXXI Brigada desde el Puerto del Reventón por la derecha, con dos piezas de 75mm, dos de 105mm y un antiaéreo.
Sobre el Alto del León
29 Brigada: Teniente coronel Alonso Maramer, ocuparía la Loma del Campamento (La Sevillanita).
Acción secundaria: Teniente coronel Barceló con:
30 Brigada: Mayor de Milicias comunistas Manuel Tagüeña, apoyo a la toma de la Loma del Campamento
3ª Brigada del Mayor Zulueta de la 10ª División, ocuparía Cabeza Líjar.
Reservas: Una compañía de Destrucción y Detención (especialidades), una compañçia de carros de combate y la XXI Brigada del Mayor De Pablo, de la 18ª División.
General en Jefe de la operación: General Water. Supervisor: Coronel Moriones
En total: Siete Brigadas, aproximadamente unos 18.000 soldados
Fin parte I
Mapa de la Batalla de La Granja. Las posiciones no están geoposionadas.
5 comentarios en «La Batalla de La Granja. Parte I. Introducción. Preparando la Ofensiva»
Hola, estoy buscando información referente a la actuación del batallón de zapadores del I Cuerpo de Ejercito Republicano, en la ofensiva de Segovia.
Teneis alguna informacion?
Carlos, gracias por tu comentario. Mira creo que puedes empezar contactando con la gente de Gefrema que son unos fenómenos para todo ese tipo de asuntos y ya ellos te indicarán. Este es su enlace: https://www.gefrema.com/
Un saludo y gracias
Muchas gracias
El plan genial de Vicente Rojo, no era tan genial.
Era la desesperación de meter 18.000 hombres en oleadas con 12 tanques por montañas y caminos estrechos, aseverando que sus baterías en altura darían la superioridad. Eso si disparaban bien, que no era el caso.
Es una temeridad, meter maniobra en zona montañosa con soldados inexpertos, por parte de la República. Los tanques no aportaban nada, la infantería sin coordinación con la artillería, no podría avanzar ante cualquier oposición. La Granja además, era un saliente que podía estar batido por las baterías franquistas.
Todo esto hubiera estado muy bien, si mete a la vez 20.000 hombres más por el sur en dirección Ávila, a la vez que compromete La Granja. Si tienes Ávila, no hay más que mirar el mapa, tienes Salamanca y Extremadura. Segovia estaría comprometida. Lo directo y en plan frontal, a la vista quedó.
Meter tanques por el bosque y tácticas de asalto del año de Napoleón con Walter, ocasionó lo que ocasionó. La República, si va a atacar para entrar en Castilla, no vale sólo una táctica chapucera y con dos caminos en un saliente, tirar ataques frontales y contener en el Alto del León al resto de los franquistas que tenían el grueso de las tropas ahí. Además, podían haberse quedado copados los republicanos en La Granja con un repliegue rápido del enemigo.
La táctica básica militar, indica que para ganar en ataque, tienes que tener 4 a 1 mínimo en relación al defensor, 3 a 1 si sabes lo que haces. las tropas de Varela aguantaron y machacaron con sus baterías los ataques.
Lo de los tanques republicanos y el fuego artillero que sería a ojo, dado que no calculaban ni tenían formación de tiro indirecto, fue penoso. Lamento decir, que Rojo se equivocó. Fue a no perder el partido, a empatar, y así le fue. Lo de Ávila, hubiera estado bien…. El mapa canta…
Muy buen comentario, muy buen aporte que complementa, sin duda, el artículo.